Imagen del artista plástico y escritor Edward Maldonado |
Vivir para la Trascendencia
En vida hay que proyectarse para la historia porque los cambios más
ambiciosos no están hechos para el hoy. Los grandes proyectos sociales son como
una gran red en el océano: hay que irla soltando para más adelante recoger lo
que se busca. Esto es, construir desde las inconformidades que hoy sentimos,
para evitárselas a los que vienen mañana; de ellos es la responsabilidad de ir
más allá de las inconformidades que aún no surgen. La vida de la humanidad debe
ser un ir superando lo adverso a diario, una generación tras otra: superar es
una infinitud que nace en nuestra hermosa limitada naturaleza de seres
estéticos, seres de la sapiencia, seres de la imaginación, en un universo que
nos hace sentir ínfimos.
Hacer para lo histórico es vivir para la trascendencia.
La mayor felicidad consiste en heredar la posibilidad de vivirla, de que siempre pueda ser más felicidad.
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