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Mostrando entradas de 2023

Sobre lo inservible de las Ciencias Sociales y las Humanidades

Para muchos las Ciencias Sociales y las Humanidades son una fuga de recursos para el Estado o la sociedad, o una pérdida de tiempo directa: esto es sólo consecuencia de la imposibilidad de comprender la naturaleza e implicaciones de los resultados de estas disciplinas, pletóricas en experiencias y observaciones, que invitan al metanálisis. No es que las Ciencias Sociales y las Humanidades sean inservibles (no pueden predecir como las naturales, dicen algunos, mas, la sociedad humana está ordenada no sólo por el mundo físico y sus condiciones inmanentes, sino por el mundo psíquico, cultural, que se mueve del individuo al colectivo y viceversa, y que es un misterio muy grande por resolver, aun), es que el vicio del pensamiento mágico de las religiones, como el de asumir especulaciones y opiniones como verdades, invalidan un trabajo como el de estas disciplinas, tan complejo como abstracto, lamentablemente inaccesible para muchos; algo que intuyo con esto, es que los humanos no tenemos pr

Pensando en perros callejeros y un político del cono sur

La mordida es la razón por la cual los perros y demás animales en situación de calle, no deben ser protegidos, sino controlados. Es también pensar en su dignidad, en la salud de todos, y en particular, la subsistencia de la fauna local. Por doble fortuna sólo daba la vuelta antes de comenzar con mis compromisos, así que iba en la bici y a casi una cuadra estaba un ambulatorio, llegué rápido, bromeé un poco con las enfermeras y listo, pero no todos tienen cerca una vacuna "gratuita"; y soy extranjero. En este punto se me ofrece otra línea de pensamiento: lo importante no radica en el Estado, sino en la necesidad humana que hay detrás de esa cosa tan abstracta como enorme —que ojalá sea superada/afinada sin que se crea que es necesario tomar en cuenta a Milton Friedman, por ejemplo, pensando en perros y políticos del cono sur— y que nos permite acciones activas como pasivas, que implican la concreción de este complejo e histórico impulso de sostenernos entre todos,

Todo es comunista

Lo hacen de nuevo: a cualquier cosa le ponen el adjetivo comunista. Podrá haber errores en los libros muy mencionados últimamente por estos lares (lo que quizá implica una edición descuidada, o hecha a última hora, yo qué sé), pero que le digan comunista a su contenido, sí es un disparate. Lo peor: como no comunista, esto considero es desinformación pura y dura; lo otro, ciertas personas adoptan este adjetivo de modo indiscriminado: si ni sabemos nombrar lo que consideramos debe ser mejorado, ¿cómo podremos siquiera mejorarlo?

Ignorancia de la izquierda

Siento una profunda repugnancia por el che Guevara y por Fidel Castro: nunca me han agradado los asesinos ni los homófobos. El discurso arrogante como infantil de Chávez siempre me asqueó, por eso en la universidad muchos me creían de derecha. Oigo al del unicornio azul y me voy en vómito, porque todo esto tiene un aire tan cursi como hipócrita. Por algo siempre me atrajo más el anarquismo que el comunismo (aunque recuerdo a un tipo en la universidad, tan de derecha como iletrado, al que me encantaba molestar diciéndole que yo era comunista, porque ponía una cara que parecía que le hablaba de un demonio, y porque el pobre no tenía ni idea de qué era el comunismo realmente). Creer que estos símbolos son La Izquierda, es evidencia de un nulo estudio de la ideología (esto sucede no sólo con la derecha, sino con esa izquierda que se cree hegemónica, y que, a la vez, es la izquierda más reaccionaria, y por eso es tan popular, porque es dogmática y conservadora), y particularmente de la ideo

No hay una izquierda

No hay una izquierda, hay muchas izquierdas. Se contradicen entre sí en muchos puntos: comunismo, anarquismo y socialdemocracia son un ejemplo. Y soy caprichoso en esta selección: lucho contra lo posmoderno y ambiguo, pero soy un anarquista socialdomócrata. Ahora, hablaré de coherencia. Jé.  Eso de pasarse a la derecha porque "la izquierda" no sirve (pienso en mi terruño venezolano), es ver un sólo punto de todo un horizonte, y nos puede hacer caer en el conflicto, a veces no evidente, de la incongruencia, que es uno de los sustratos del error. ¿Un ejemplo? Las pensiones, (sólo perfiles de empresarios se opondrían —oponen— a ella), o la educación en lugar del trabajo infantil, no existen precisamente porque sean algo que podría surgir de las directrices o intereses económicos, sociales e ideológicos de la derecha —que para ser justos, no hay, tampoco, sólo una derecha, porque, es curioso, existe, por nombrar, un ateísmo conservador, como el de Ayn Rand. Por eso la importancia

De inmigrantes: palabras, nostalgia y adaptación

Había olvidado la palabra "coleto". Veo que "trapeador" o "jerga" la han sustituido por completo. La nostalgia no debería ser más fuerte que la urgencia de la adaptación. La nostalgia es un objeto-función estético, que me parece no aporta mucho si es, teleológicamente hablando, una ontología: la nostalgia tiene el porqué de la contemplación, no del proyecto, y esta clave está en su carácter netamente emocional, que le envuelve en una paradoja si se le concibe como proyecto: lo sucedido-perdido-anhelado, no debería ser medida de lo proyectado en tanto ya fue y no será, por eso debe limitarse a una experiencia que aporta conocimiento en distintos niveles, y no una aspiración.  Aspirar lo pasado como futuro no sólo es reaccionario, es una actitud necia. El entorno no puede adaptarse a mi, y si entiendo eso, la vida, como el agua, buscará su surco, aunque cueste al principio. 

La verdad

La verdad existe, y no es un punto concreto al cual llegar, es más una probabilidad de camino correcto: hay caminos más eficientes o efectivos que otros. Por eso la verdad debe entenderse como un fenómeno estadístico: donde hay más probabilidad de verdad, ahí debemos poner nuestra atención, y descartar lo demás.

Menos de mil seminaristas

Menos de mil seminaristas católicos en este momento en España ¡la que muchos hoy se enorgullecen de etiquetar como franquista! Si, el cristianismo está siendo atacado, pero desde dentro, por sus propios representantes. Particularmente el catolicismo, creo que es el tipo de cristianismo de masas más irracional y poco interesado por la congruencia de entre no pocos de estos; porque pensándolo bien, dejemos en abstracto, como suspendidos a un lado, a los Tele Evangelistas estadounidenses... 

Magia

La magia surte efecto en las mentes infantiles de muchos adultos, mas no en la realidad. Que presidentes y demás personajes se vean metidos en esos asuntos, no sólo habla de su mediocridad (más que de su maldad), sino de sus métodos tan ingenuos e ineficientes para intervenir en la realidad: el desear que la magia sea real, es un monumento a los atajos y a la inacción. 

"Resemantización del adjetivo «maricón»"

Estaré trabajando en un texto que posiblemente se va a llamar "resemantización del adjetivo «maricón»", y consistirá en hacer notar que esto no tiene que establecer correlación alguna entre preferencia sexual/cobardía, sino que este significante trae consigo el signo de la cobardía sólo si viene de alguien que no es coherente con sus ideales: un" maricón" es alguien cobarde que es capaz de traicionar sus ideales: si digo que soy un hombre, y ser hombre significa tener palabra, pero traiciono gravemente a mi propia familia, debería ser considerado un maricón.  Si queremos insultar a alguien, que sea por su imposibilidad de hacerse de una ética coherente, no por su orientación sexual, que, vamos, para ser malo o bueno sólo se necesita ser humano, no tener X o Y gustos. 

De delirios: la persecución a los cristianos

El que las personas cada día más descrean y desconfíen de las ideologías míticas no es una agresión contra las religiones, porque para empezar, las religiones son construcciones intersubjetivas, no un fenómeno exactamente igual en todos lados, no el producto de un criterio objetivo, ni menos un ente emocionalmente susceptible.  La ideología católica, particularmente, ha hecho demasiado daño (no hablemos de las cruzadas, ni de la inquisición o el veto a libros específicos, sólo nombremos a Marcel Masiel), y lo peor es que realmente no hay persecución contra ellos (desearían los religiosos más delirantes), lo que realmente está pasando, es que las personas están perdiendo el pudor de admitir que particularmente el catolicismo, es una fábrica de sociópatas que odian la diferencia, adoran el sufrimiento a niveles sadomasoquistas, no les importa vivir bajo disonancias cognitivas (el católico común no sabe lo ligada que está su ideología  religiosa con por ejemplo, el racismo y muchos de los