Había olvidado la palabra "coleto". Veo que "trapeador" o "jerga" la han sustituido por completo.
La nostalgia no debería ser más fuerte que la urgencia de la adaptación.
La nostalgia es un objeto-función estético, que me parece no aporta mucho si es, teleológicamente hablando, una ontología: la nostalgia tiene el porqué de la contemplación, no del proyecto, y esta clave está en su carácter netamente emocional, que le envuelve en una paradoja si se le concibe como proyecto: lo sucedido-perdido-anhelado, no debería ser medida de lo proyectado en tanto ya fue y no será, por eso debe limitarse a una experiencia que aporta conocimiento en distintos niveles, y no una aspiración.
Aspirar lo pasado como futuro no sólo es reaccionario, es una actitud necia. El entorno no puede adaptarse a mi, y si entiendo eso, la vida, como el agua, buscará su surco, aunque cueste al principio.
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