Escritor Invitado: Jordi Santiago Flores:
"Gloria al pueblo arrecho"
"Gloria al bravo pueblo...". Con esa
condensación nos quedamos para sostener el nosotros que somos y defendemos. Si
esto mismo lo tomamos como "gloria
al pueblo arrecho" se entiende mejor y es más preciso. Un pueblo de
arrechos, de arrechitos, donde el más
arrecho, manda; corona. Así educan a los hombres, y a las mujeres que se
fijarán en esos hombres, y así son las mujeres que no quieren ser educadas como
mujeres, y así... Claro, no todos y todas. Parece que siempre ha sido así pero hoy más que nunca este pueblo es arrecho. ¿Está bravo?
No, es arrecho. La gente no está brava. Se queja, nos quejamos, y respondemos
siendo arrechos. Por supuesto, no sin ofrecerle al otro un gesto de picardía y
gracia, bien venezolana. Siempre ha sido un punto de indignación (siempre ha
sido una vara para medir patriotismos) eso de que a alguien se le olvidara una
parte del himno nacional. Lo curioso es que alguien recuerde completamente el
himno nacional, así, de una sentada, sin ensayo, pues no se trata de algo que
uno ande repitiendo todo el tiempo (como el número de cédula u otras civilitudes anodinas). Aun así, por lo
que significa un himno nacional para los nacidos en una determinada comunidad
política, es probable que en algún lugar del inconsciente se encuentren esos
fragmentos que engrosan y completan las estrofas del canto patrio. Lo seguro es
que nosotros nunca vamos a olvidar el "Gloria al bravo pueblo", o su
traducción: "gloria al pueblo arrecho", siendo esta última la que
practicamos sin necesidad de quitarnos la cachucha y ponernos la mano en el
corazón.
Jordi Santiago Flores. Escritor e Investigador del Instituto de Estudios Avanzados y del Centro de Investigaciones Críticas y Socioculturales de la Universidad Simón Bolívar. |
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