Todo correlacionar es un ejercicio de ficción típico del humano Sapiens; la ficción, como ejercicio de abstracción, es lo que nos ha permitido, y gracias a la construcción de lenguajes y culturas, reconstruir aquello que no presenciamos o no entendemos a la primera, pero que de todos modos nos agita en alguna dimensión existencial.
Lo realmente objetivo es lo causal, esa conexión misteriosa escondida entre los hechos, y que apenas pocos siglos atrás empezamos a notar en su dimensión —inconmensurable, de paso...
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