La verdad existe, y no es un punto concreto al cual llegar, es más una probabilidad de camino correcto: hay caminos más eficientes o efectivos que otros. Por eso la verdad debe entenderse como un fenómeno estadístico: donde hay más probabilidad de verdad, ahí debemos poner nuestra atención, y descartar lo demás.
Espacio para la reflexión en torno a distintos tópicos de interés humanista.